Te haré el amor

Te haré el amor de tal manera, que querrás recitar en mi cuerpo desnudo cada una de mis rimas entre tus gemidos, para acabar en un verso oscuro de un poema de pasión y amor puro.

Te haré el amor así como no te lo habían hecho antes; tanto que desearás ser parte de mí, y yo lo seré de tí, para que al final de la noche seamos esa poesía que cae como cascada sobre nuestro cuerpo, entre versos y rimas de erotismo puro, embriqgadas con la sensación a veces súbitas de nuestras fantasías.

Te haré el amor así como enloquecido por tu piel, en donde seré tu poeta adormecido por esta locura que me domina para luego reclamar mi cordura a la altura de tu cintura que me fascina.

Te haré el amor así como poseído por un demonio que me desnuda sobre tí para dejarme caer entre las gotas de tu sudor, para que grites por mí, y reclames en tus labio mi nombre como tu poeta de pasión.

Te haré el amor para perderme en tu noche y reencontrarme en el amanecer de tus caderas, en donde yo seré tu infinito, entre besos y caricias que se perderán en tu piel, para reencontrarse también en los entremedios de tu ser.

Te haré el amor para que no te olvides de mí; para que lleves tatuada en tu piel cada una de mis caricias; que lleves en tus labios color carmecí, en un beso, los míos como si fueran mis rimas.

Te haré el amor con pasión de locura y muerte, tanto que nos perderemos en medio de esta noche y su negrura, para reencontrarnos en medio de este poema de ternura, en donde verás mis versos perdidos en la amargura de una vida entera deseosa por tenerte.

Te haré el amor enloquecido por tu piel y tus rimas, para que recites en mis labios esa poesía de sensualidad elevada como oda a tu cintura, en donde deseo perderme

Te haré el amor así, sin más, sin remordimientos que borren lo que será, porque mis rimas estarán cargadas de tí, embriagadas de tu presencia, deseosas de encontrar en tus ojos su existir para no perder de este poema su divina esencia.

Te haré el amor, y te acordarás de mí, más allá de esta noche de divino parecer, pues, tus gemidos gritarán con furia por mi existir, reclamándome como el poeta que te llenará de placer.