Pedía pan
un pobre en una esquina
al que pasaba.
Nadie atendía
al hombre, mal vestido,
con suciedad.
Era la escoria,
el cardo entre las rosas
que molestaba.
Conciencia hipócrita
del hombre en un destino
sin fe y moral.
De pronto, un niño
pasó por esa esquina
y se detuvo.
Entre sus manos
llevaba un bocadillo
como merienda.
Oyó al mendigo,
pedir una limosna
para comer.
Y, sin pensarlo,
le dijo que aceptara
su bocadillo.
Dos lagrimones
brotaron de unos ojos
envejecidos.
Dos mariposas
volaron, desde el cielo,
para dos niños.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2022 a las 08:13
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Original Oriflama Infinita, Poeta al atardecer., alicia perez hernandez
Comentarios2
Hasta aquí, después de más de dos siglos siguen siendo los niños los portadores del amor verdadero; y la transparencia encargada por la más sublime expresión de Amor del cielo en la tierra. El hombre adulto continúa su caminar de palabras frías y huérfanas; con su ego sobre el Hijo de Dios, crucificandolo mil y diez mil veces en la sufrida cruz, con sus manos y corazon sin conversión verdadera, llenas de bocadillos, pero sin Amor.
El mundo está a oscuras, carente de la única luz verdadera permitida a resplandecer en las tinieblas de éste mundo egoísta, violento y pervertido.
Saludos Pyck05
Poeta al atardecer.
Gracias por tus palabras Poeta al atardecer.
Un saludo
Si ustedes no se hacen como niños no entrarán en el Reino de los Cielos. Mateo 18'3
Nos hace falta la inocencia y la ternura de un niño para sensibilizarnos a la necesidad de cual quier ser humano que pida ayuda.
Versos para reflexionar.
saludos poeta
Gracias sinceras Alicia.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.