Ha habido ocasiones en las
que he querido llorar, pero no puedo.
Sentimientos encontrados
por todo lo que ha pasado,
tu adiós tan anunciado,
y mis múltiples problemas.
No sólo han sido días malos, han sido pésimos,
Se me han cerrado puertas que aún tenía abiertas,
Se ha agotado del mundo la paciencia,
se han acabado las esperanzas mías.
Y si, ha sido una amarga experiencia,
que cuando realmente necesitaba a alguien,
que, aunque lejos, se ocupara de mí,
me ha dejado completamente solo.
Bien merecido, Dios, bien merecido,
He sido un cobarde por no decirle,
lo que siempre por ella he sentido,
por dejar mis cartas en la mesa
y por tener miedo de quererla.
Mis problemas son míos, y espero resolverlos,
con la ayuda divina, con mi constancia de ser,
con la mirada puesta al futuro cercano,
y la esperanza que existe en mi destino.
Mi cuerpo me reclama el no dormir a tiempo,
los malos alimentos, el insomnio diario,
el humo del cigarro, los dolores del alma
y el no poder siquiera verla.
Te pido, oh Dios mío, y sé que hay
otras cosas en las cuales ocuparte,
me ayudes como puedas en estos tiempos,
me des la calma necesaria para resolver mis cuitas,
Y que, lo más importante, y por eso te imploro,
que cuides mucho de ella, que siempre esté tranquila,
que no tenga problemas y que,
si puedes, le digas me recuerde.
- Autor: Arvela (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2022 a las 20:53
- Comentario del autor sobre el poema: DR LLdeG
- Categoría: Amor
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Zapalandia, alicia perez hernandez
Comentarios1
Llorar desahoga el alma, pero la vida continua, y sobrevivir está en uno!!!
Me ha gustado mucho leerte poeta, mis saludos cordiales desde la Patagonia Argentina....
Zapalandia
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