Las peores guerras

Joseponce1978

Las peores guerras no se libran en el campo de batalla, sino en las colas del banco, en las redes sociales, en las oficinas del fondo monetario internacional o en el salón de cualquier hogar. Son sibilinas y tienen el objeto de debilitar moralmente al oponente hasta destruirlo desde dentro. En ellas no se derrama una gota de sangre pero los daños son irreparables y el número de bajas incalculable.

En un conflicto armado sabes a lo que atenerte, y si ves venir al enemigo y no lo matas tú primero, serás tú el abatido. Pero en las peores guerras puedes ser acribillado sin tener ni idea de donde provienen los proyectiles. No se trata tanto de bombardear al enemigo como de destruir sus medios de producción para hundirlo en la miseria, y colateralmente matar de hambre a los países importadores más desfavorecidos.

En las peores guerras, cuando no existe casus belli, el agresor es capaz de darse una colleja a sí mismo para poder justificar un posterior ataque al primero que pase por allí. Suelen ser mercenarios de su propia frustración.

Si emiten en televisión un programa en el cual una madre y un hijo se despellejan, tendrán asegurados ejércitos de audiencia. En cambio, si es para dar la noticia de una reconciliación, las palomitas se enfriarán encima el sofá; ponte a cubierto. Si en un cruce de carreteras en el cual no tienes preferencia de paso, ves venir a lo lejos un coche que sí la tiene y cruzas porque te da tiempo de sobra, y el otro coche al verte acelera para pasar rozándote mientras te deja sordo con el claxon para dejarte claro que has hecho algo mal, busca un refugio. Si tu esposa o tu esposo se pasa tres días pidiéndote que tires la basura y al tercer día, cuando al fin te decides a tirarla, te dice que no deberías haberla tirado porque la bolsa estaba medio vacía, búscate un buen parapeto.

Los mejores combatientes de las peores guerras, sin haber empuñado nunca un fusil ni tener entrenamiento militar, son los mayores estrategas a la hora de desmoralizar a cualquiera o de regodearse con la desgracia. Sus condecoraciones los avalan.

  • Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de mayo de 2022 a las 23:55
  • Categoría: Surrealista
  • Lecturas: 26
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