"Ni en mis días más oscuros he dejado de escribir. Y ni siquiera desvelada he parado de soñar".
Ni la Oscuridad puede opacar la luz vital del alma, ni el Insomnio desconectar a los sueños con desvelo, ya que los sueños acompañan siempre y no duermen, nunca, no está en su naturaleza.
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