Su mirada llamativa
cierto atrajo la mía;
y no sé si leí bien,
no sé si leí mal,
pero era de una letra
enredada entre nudos,
en el medio de
temperatura caliente,
y con la temperatura fría.
Con sus pupilas insistentes,
escuché su silencio
en voz alta,
de que por favor,
cuándo le hablaría.
Me decidí en el entredicho
hecho a mi mismo
para ver que lograría.
Una tarde que entraba
a su trabajo,
esperé a que apareciera,
me fui hasta donde estaba,
me presenté,
y entre el nerviosismo de ambos,
expresamos nuestros nombres,
me vislumbró su hermosura
e hizo que me atrajera.
En días me enamoré,
le dije que le amaba;
respondió: solo me gustas,
tranquilo,
podemos ser amigos,
y en menos de setenta y dos horas,
liberó se enamoraba.
¿Quieres ser mi novio?
¿nunca se te han declarado?
Conversó…,
la sentí desesperada.
Ella quería devorarme,
lo re noté en su expresión,
en sus actos,
y otra vez esa mirada.
Pero estaba en su trabajo,
un supermercado a público,
donde vendía productos,
atendía, los contaba.
En días puso una excusa
para terminar con todo,
porque a una nueva labor
se trasladó,
dejándome el corazón,
y el alma,
por su alma muy flechada.
No creo que en realidad
me amó;
fue un juego
en el que engañó,
debe ser esa su costumbre,
porque jamás
pasó nada…
- Autor: Bolotty (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de mayo de 2022 a las 14:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 18
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