Cuento: Jocosa y lúdica reunión animalista.
Narrador: Este es un cuento narrado por el jumento, su apelativo nada más y nada menos que Sarmiento, quien rebuznando muy contento, expuso a continuación una corta anécdota, de una curiosa reunión en medio de la selva:
Jumento: Por escandalosa invitación de la urraca Catalina, conocida por lo parlanchina, y asistieron a la misma los hermanos de la fauna desde la China hasta la Cochinchina.
Narrador: Dándose cita los curiosos animales, incluyendo a los bocones sapo Egidio y el caimán Toribio.
Jumento: El punto único de la reunión, preparar la celebración del Día Internacional del Juego, pero sin pólvora ni pirotécnicos fuegos.
Narrador: Raudo como un rayo, relinchó el caballo malayo de apellido Ceballos proponiendo:
Caballo: Juguemos a la rayuela, pero con la condición que sea muy lejos de fustas y de crueles espuelas, tampoco sea cosa de agarrar en carrera y jalar a un cornúpeta por el tallo.
Narrador: Habló el sin olfato y cegato don topo recién llegado de Chachopo que venía de una fiesta de joropo.
Don Topo: Jugaremos al escondite y de líder pondremos al que la cuenta más la repite, me refiero al perfumado amigo Quique, el mapurite.
Narrador: Defendiéndose el mapurite Enrique, de inmediato se oyó su replique.
Mapurite: No hagan bromas con mi olor, no vaya a ser que me irrite y a alguno lo salpique, que, si se trata de socialización, no he visto, ni tampoco lo visto a quien conmigo compite, y mejor hago mutis antes que me excite.
Narrador: Dijo la sonriente hiena como si se tratase de una verbena:
Hiena: Mejor propongo jugar a la comba y a las chinescas sombras, que saltando el canguro Arturo y el zamuro Maduro, se dan tremenda bomba.
Narrador: Alegó el amigo saltarín, don canguro.
Don Canguro: Que quede muy claro y muy lejos de claroscuro, acá doy lección a paso muy seguro, que, si alguno me sale con algún conjuro, con mis pies pequeños, lo derribo y lo trituro.
Gallina: Pues yo les pediría, (Narrador) - dijo doña gallina Eloina, cacareando a sus aves colegas:
Gallina: No se les ocurra proponer la gallina ciega, eso de andar en tinieblas, no lo digan ni en juego, cualquiera protesta y reniega.
Narrador: Luego de un unánime acuerdo, se propuso a Pantaleón, el león que diera su sabia opinión e hiciera con su rugido, selección de la fecha en el calendario y que sea la más adecuada.
Rey león: Supongo que la amiga paloma mensajera Ada, estará ganada a transmitir el mensaje hasta los más lejanos parajes, para que no haya ausentes, y con antelación urgentemente hasta el amigo morrocoy Don Torondoy, se le lleve el aviso sobre la fecha, la hora y sitio preciso.
Alcatraz: La fiesta será hará (Narrador) - relataba el alcatraz desde atrás -, con mucha fruta y comida que el campo nos puede brindar.
Narrador: Croaba el sapo Egidio muy lipón con boca en posición como si fuese a cantar:
Don Sapo: Qué requetebién, o sea, ¡pa´ gozaaaaar!
Narrador: Y en un abracadabra, tomó el derecho de palabra el búho tan sabio tratando de evitar saboteos y resabios:
Don búho: Será una fiesta cacherosa para amanecer, y hay que a la misma madrugar.
Narrador: Y de nuevo interrumpe el sapo lipón:
Don Sapo:¡Pa´ gozaaaaar!
Narrador: Agrega el trovador y coplero, Baldomero el jilguero,
Don jilguero: Será con arpa, cuatro y maracas que se oiga la música hasta en Caracas.
Narrador: Por enésima vez interrumpe don sapo:
Don Sapo:¡Pa´ gozaaaaar!
Narrador: Y en eso, colmada su paciencia Pantaleón puso condición como colofón de la reunión:
Don león: Pero advertidos, a esa grandiosa fiesta de conmemoración, no asistirán quienes con boca grande las comidas engullirán.
Narrador: Colocando boca pequeñita en forma de piquito como si fuese un periquito, finalizó de nuevo el bocón anfibio Egidio, dirigiéndose al saurio Toribio:
Don Sapo:¡Te fregaste caimán, pues por ser tan hambriento y holgazán, no te invitarán!
Narrador: Ripostó y cerró la asamblea don caimán
Caimán: Pues le tengo una buena noticia colega y amigo don sapo que es más que una profecía, una muy conchuda verdad… Y mí no me invitarán, pero a usted, si acaso lo dejan entrar, hay que preguntar al alcaraván, al gavilán o al mismo Tarzán, en proporción con nuestros cuerpos, tu boca y la mía, cuánto medirán, por ello mi vaticinio es que lo agarrarán, como cesto de basura y si se rehúsa, tendrá como melodía la salsa del Paran-Pampán.
Moraleja: Es prudente y sano no hacer escándalos, a veces los defectos que criticamos al prójimo, los poseemos y en mayor proporción.
Narrador: Y colorín colorado, este cuento a manera de imaginativo juego ha terminado.
- Autor: Diccionario Poetico - Sinergia Literaria ( Offline)
- Publicado: 28 de mayo de 2022 a las 01:38
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 10
Comentarios1
Disponible en https://www.ivoox.com/programa-77-sin-horario-ni-fecha-en-audios-mp3_rf_87715953_1.html
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.