Llevo un pelo tuyo en mi cartera

Aparte de tu foto, llevo un pelo tuyo en mi cartera. La fotografía se puede manipular mediante fotoshop, o haber sido tomada desde el perfil bueno (aunque tú no tengas perfil malo), pero un cabello nunca es engañoso. Alguna vez, al sacar la documentación para realizar un trámite, me han preguntado el motivo por el cual llevaba un pelo en la cartera, acompañando la pregunta con una mueca de asco. Entonces yo les explico que es un pelo de alguien especial, y que lo llevo siempre conmigo porque así voy siempre atado a tu cadena de A.D.N., guardando con delicadeza tu información genética y manteniendo a buen recaudo tus cromosomas. Y de alguna manera, al llevar conmigo tu atlas biológico, tu sello personal e indisoluble, es como si me acompañases en todo momento. Luego retiran la cabeza hacia atrás cuando se lo acerco a la cara para explicarles que el puntito blanco del extremo enraizó en tus pensamientos, y con acercármelo al oído consigo descubrir tus inquietudes. También lo sujeto por la punta y, tan indómito como tú, con la complicidad del viento, pugna por regresar a tu cabeza, pero no lo suelto porque tú ya tienes muchos y yo lo necesito. Al final, cuando les digo que si se concentran y lo miran fijamente, podrán verlo sonreír, me dicen que tenga cuidado de que no se me caiga en el plato y...¡me dejan hablando solo como a los locos! Tendré cuidado de que no se me caiga al plato. No me perdonaría que se manchara.