Mi visita pasó sin hacer ruido,
nadie escribió de mí. Y en mi defensa
ni siquiera un artículo en la prensa
osó preguntarme a qué había ido.
Querida Nueva York, nunca supiste
que un día me entretuve en tus andanzas,
tejiendo entre tu magma adivinanzas
y así que me mostré, nunca me viste.
Tampoco yo sentí tus carantoñas
corriendo cuando quise por tu asfalto,
me puse allí mirando hacia lo alto,
con esas mis pupilas tan bisoñas.
Tus ojos encendidos de acetato,
me fueron engañando haciendo un guiño
y al tiempo comprender que aun era un niño
después de haber pasado allí un buen rato.
Y hoy por eso te escribo en la distancia,
a ti no he de culparte que me ignores,
tú gozas con justicia de las flores
disculpo me mostraras tu arrogancia.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2022 a las 13:08
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: María C.
Comentarios1
Ah si tengo un recuerdo entrañable de mi querida NUEVA YORK, y como te sucede a tí, nadie habló ni nada se escribió, pero lo hago yo y labo su arrogancia y todo lo que me mostró.
Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.