Ay el poeta, amigo de un poder hechizante
traicionando fuerzas complementarias
ampuloso y metódico, cómo fastidia
la más elemental educación erudita
y todo eso! Sí, el gran poeta, sublime
en sus acepciones, dirigente de un fuerte ejército,
cuyo nombre apenas excita, por su inexistencia;
cómo sucumbe a sus fuerzas de tierra y fuego y qué sé yo!
De todos modos, y cuando el sombrero ha caído
boca abajo, sobre las cenizas meadas de todos,
yo sé que prefiero un poeta, por embustero, que
a un aprendiz de filósofo, siempre en y por las nubes.
Ay del poeta, feliz en su ditirámbico discurso,
frondoso y opulento, como las barbas duras y canas
del célebre pigargo americano! Todo ha de fenecer,
mas no tú, ¡tú no!-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2022 a las 00:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, alicia perez hernandez, Carlos Eduardo, SOY.-, Rafael Huertes Lacalle
Comentarios4
Ay del poeta, feliz en su ditirámbico discurso,
frondoso y opulento, como las barbas duras y canas
del célebre pigargo americano! Todo ha de fenecer,
mas no tú, ¡tú no!-.
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Soy feliz de escribir lo que escribo pienso y siento, y sin ser poeta se que me iré algún día, pero mis letra se quedan para la posteridad, bien o mal escritas... pero están allí y me representan aun muerta este.
Siempre es interesante pasar a leer tu decir y sentir
Abrazos y saludos poeta Ben
Así debe de ser estimada Alicia siempre para sopesar tus opiniones. Abrazos!!
La felicidad de quién escribe es por conocer el mundo de las almas
Yo lucho por reconocer la mía estimado clonariel. Gracias por tu interés y un saludo!
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