Aumenta el deseo de perecer y terminar con el miedo,
de consumir solo la paz que me acarrea tu cuerpo,
creo que me cegó el esplendor que dejaste al manipular mi universo,
y es que, en cada lugar de cada esquina, en algún vértice seguimos
devorándonos el alma sobre el cuerpo,
a palabras desnudas hablamos de sentimientos,
en donde me confiesa que no le gusta aquella cosa cursi (aunque me encante hacerlo),
existe otra manera?, ¿cómo puedo encaminar cruzando dos caminos juntos sin tomarte por completo?,
¿será acaso que el portal a una vida de cuento este al atravesar un beso?
no existe vida tras la muerte,
pero me permites comerte el alma, el corazón y los bocetos,
traspasando un mar de recuerdos que al tocar con la yema de los dedos
se desploma y derrumba por completo,
disculpe tal atrevimiento, pero ¿me permites un abrazo eterno?
en donde cada noche de cada día pueda verte al despertar,
sublime será el momento en el que tus cabellos se pierdan en el néctar de mi cuerpo,
que queden enfrascadas las marcas en tu cuerpo,
pues no es justo que le escriba poesía sin marcar siquiera mi nombre en lo más profundo de sus pensamientos.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2022 a las 23:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Huertes Lacalle, Haz Ámbar
Comentarios1
Increíble, romántico, eterno. De amores mortales es que estamos hablando... Un paso y más allá un cruce de decisiones que en ellas nos enfrascan. Porque podemos ser así de sinceros yo brindo en salud por todo lo alto de este cielo abierto a las estrellas.
Saludos poeta
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