Amigo, calle y dignidad

A mi viejo amigo Pedro Antonio.

"Personaje sin igual que un día encontré en mi camino a quien la vida le quedo debiendo lo que a muchos nos dio en cantidad. Don Pedro como le llamo con cariño es un hombre de 83 años que recorre junto a un gran bulto de recuerdos, miseria y soledad las extrañas calles de la gran ciudad"


Escondido bajo el viejo cartón que le cobija
Solo veo en su mirada el desconsuelo
Los harapos que cubren sus huesos temerosos
Se desgarran bajo el miserable cuerpo

Ya los años cayeron sin consuelo
y sus arrugas cuentan la historia que no esconde
Hace suyo el frió que la noche siempre acoge
Soledad extraña que le cubre y le protege

Abandona la suerte que le queda
Tal vez esperando lerdo a la aclamada muerte
Desolación lleva altivo por consorte
Triste anciano de cuerpo casi inerte

¿Quién le escucha? pregunto en mi camino
¿Quién le cura las llagas de sus penas?
¿Quién se permite alimentar su alma que reclama?
¿Quién le abraza y le besa la frente al viejo abuelo?


Escondido bajo el viejo cartón que le cobija
Hoy le veo en mi camino como siempre
Me detengo, le busco y le encuentro
y su alma digna me abraza nuevamente


Luis Rafael Blanco López
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