¡Decidme como alcanzadla vida mía!,
si la distancia deja en mí un manto de desolación y penurias,
camino de cienos y espinas va forjando el desespero,
en la intimidad apacible de esta alma enamorada.
¡Decidme oh Dios como olvidadla!,
si la luz divina fulgura en su mirada serena,
y en su voz descansa un vibrar resonante que se engalana con su sonrisa,
al igual que la esmeralda y el rubí.
¡Decidme como alejadla Dios mío!
del imperdonable destino que mis sueños martirizan,
pues su innombrable belleza cual si fuera una diosa
esclaviza a mis ansias en el suplicio de lo venidero, seductor pero incierto.
¡…decidme oh Dios celestial como no adoradla!
y así salvar mi alma de esta idolatría ciega y eterna
- Autor: jorgecito ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2022 a las 10:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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