Te sigo amando...

Esta amarga realidad de no tenerte,

la odisea de pensarte ...y no poder tocarte,

el suplicio de extrañarte todo el tiempo …

y conformarme con tan solo contemplarte.

Estas ganas de buscarte y no encontrarte,

ese impulso por salir a confesarte lo que siento,

de correr a contarte los motivos de este loco sentimiento.

Abatido en la invisible soledad que me rodea,

arrinconado en la costumbre de esconderme…

aguardando en el silencio… ¡estoy amándote!

Y sigo amándote…

a pesar de esta atroz ansiedad que estoy viviendo.

Como un nudo en la garganta… te presiento…sin poder lograr nombrarte,

como ahogo que me anega de amargura…te desatas,

y transformas esta pena en un dilema …

que se va convirtiendo en mi condena.

La impaciencia va asechando…

me somete…

me va arrasado velozmente,

me disfraza de indolente…para hacer que ya no sienta …y me resigne

para que te desconozca …y así consiga… que te olvide.

Voy tratando de escaparme de tu embrujo,

de esta rara ilusión por conquistarte,

de esta idea obsesiva… por poseerte,

por robar de tu ser todo el encanto…

y despojarte de tus besos,

de huir contigo…

de secuestrarte,

y alejarme con la tibia sensación de tus caricias,

con el fuego ardiente de tus bellos ojos…

y la suave melodía de tu voz… de embustera magia.

El tormento cotidiano de saber que te he perdido

me ha vestido con su traje de prosaica felonía,

y ese miedo indomable…me ha llenado de nostalgia.

Este amor decepcionado evidencio su cobardía…

se dejó convencer del rencor…

y va expirando irremediablemente…en la crueldad de su agonía.

Y a pesar de relatarte mi desdicha…te sigo amando con tenaz porfía.