Vestida de azul turquesa,
te estrellas contra les rocas
que te frenan, convirtiéndote en mansa
y llegas besando tímidamente la arena.
Un débil sol acaricia la playa
con tibio calor de tarde de marzo
y reflejas tu largo rostro en el bello espejo
dibujando un río de luz enmarcado en plata;
minúsculas centellas de oro me guiñan el ojo
mientras todo va mutando de color, de intensidad
en un atardecer que mágicamente decae.
Me regalas un denso aroma que me penetra,
que aspiro aderezado con brisa y salobridad marina,
y el astro dibuja un cuadro cromático perfecto
en una mar rizada, ahora plácida y amiga.
Mientras tanto, el sol se pinta de calabaza,
se abriga con las nubes que le acompañan
y marcha perezoso a esconderse en el horizonte;
nos despide luciendo su vestido de seda naranja.
Y yo, sentado en la roca, miro a banda y banda;
Y siento como ella ruge y calla tranquila y serena
mientras el día se apaga y tu, ya del todo, te amagas.
14 de Marzo de 2009
Pau Fleta
(Adaptación del poema original en lengua catalana)
- Autor: pfleta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2010 a las 03:19
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema se gestó mientras, sentado en una roca con el mar a cada lado, contemplava el anochecer en toda su riquesa cromática y escuchaba el rumor del mar que me regalaba sus aromas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3167
Comentarios1
es un agrado el leerte..muy bueno tu poema..
besitos me gusto.
kalita
Gracias, Kalita, eres muy amable. Mientras yo esbozaba este paisaje de mar, un artista iba dibujando el mismo paisaje que tengo plàstica i poeticamente.
Un abrazo.
Pau
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.