Aquella tarde
el sol se despedía
hasta otro día.
Un cielo rojo,
con tono anaranjado,
decía adiós.
Las nubes blancas,
de forma almidonada
cambiaban trajes.
Algunos hombres
miraban admirados
este espectáculo.
Como los niños,
(embriones de poetas),
también soñaban.
Sueños de flores,
de ángeles y arcángeles
y poesías.
¡Bello conjunto,
de versos y utopías
para soñar!
Y así, nosotros,
con pasos vacilantes,
vimos la tarde.
Y la vivimos
en medio del otoño
y de la mano.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2022 a las 06:34
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., rosi12, alicia perez hernandez
Comentarios2
Gusto leerte tus letras saludo abrazo fraternal cuidece y su familia bendiciones desde Ecuador
Gracias desde España, Mauro.
Un abrazo.
Aquella tarde y esta tarde que con gusto llegue a disfrutar de tu arte poético.
saludos poeta
Gracias Alicia.
Saludos.
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