Es momento de liberarnos y arriesgarnos.
Sanar las heridas y dejarnos ir.
Fue bella la primavera, pero ahora estamos en un invierno que no nos deja,
y no podemos adherirnos a viejos recuerdos porque las paredes del corazón se inundan.
Y nos sofocamos, nos cegamos, algo se pudre donde un jardín debería surgir.
Hay un destino común en la vida y es el fin de cada cosa.
No lo postergues, escribe aquel final de la forma más heroica, da ese adiós llenándote de paz, permítete una nueva historia tomar.
Así como todo termina, mil cosas nacerán.
No estamos rotos, solo doblados, pero podemos enderezar.
Solo es cuestión de liberar, no lo retengas, no te ates, no te destruyas.
Hay amplitud en todo lo que nos rodea, ¿por qué reducirnos a un solo aspecto?
Te dejo ir porque encontré la amplitud en mí, soy más de lo que sentí por ti.
Y decidí vivir para mí y por mí, el mundo es un constante nudo en mi cuello,
una colección de filosas pruebas que claman la miseria eterna, la condena.
Pero yo, yo soy la antítesis de todo lo afirmado, y cada día, aun en el fondo de mi insania resisto a la presión del mundo y sus leyes.
Así que te libero, me perdono y me permito este nuevo amanecer sabiendo que al final aguarda mi oscura noche.
Pero ya saben, así como el firmamento se llena de astros, yo me lleno de esperanza.
Sí, hay penumbra en mí, pero soy aquel astro desafiante besado por el dulce lord,
y él me sostiene, después de batallar para mis heridas curar, él me libera.
- Autor: Dolcezza 🥀 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de junio de 2022 a las 21:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: •SuohKi.
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