Algunas veces
sucede lo indecible
y no lo vemos.
En otros casos,
hay luces y guirnaldas
por todos lados.
Y pocas veces
escuchas la palabra
que tanto ansías.
...Pero regresa,
no sigas pensamientos
tan retorcidos.
Abre los ojos
y mira lo que pasa
cerca de ti.
Nota la brisa
que llega y acaricia
en tus cabellos.
Huele el salitre,
y el yodo de las algas
de las mareas.
Luego, sin prisa,
detente con los niños
que están jugando.
Tú fuiste niño,
y lo eres, (todavía),
aunque en otoño.
De aquella infancia
te queda la utopía
y tantos sueños.
No los olvides,
que nunca las violetas
queden marchitas.
Porque la vida
supera las heridas
y las batallas.
Dejan que vuelen
las ansias y los miedos.
hacia la nada.
Busca tu alma,
escucha sus latidos
y luego sueña.
Hazlo sin miedo,
los hombres también sueñan,
nunca lo dudes.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2022 a las 06:40
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Rafael grato es pasar por tus bellas letras saludo abrazo fraternal cuidece y su familia bendiciones desde Ecuador
Gracias por tus palabras Mauro, digo lo mismo.
Un abrazo desde España.
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