Mañana de un otoño en retirada
y el cielo se desangra en el camino;
el sol se va elevando paulatino
y el mar es una línea recostada.
La muerte se quedó tan fascinada,
que se negó a cumplir con el destino
de un viejo afortunado peregrino,
que pudo continuar con su jornada.
Demuestra este suceso tan sencillo,
que un simple enrojecido firmamento
y el sol sobre las costas sigilosas,
alcanzan a vencer al vil cuchillo
y brindan a la vida un nuevo aliento,
pues cambian el transcurso de las cosas.
- Autor: Francisco Villa ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2022 a las 15:48
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Isabel Beltran
Comentarios1
Muy muy bueno .
Gracias, estimado, por la lectura y el comentario. Saludos!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.