Mirando una vez hacia un rosal
contemplé, con angustia desolada,
cómo un viento, perverso y brutal,
las rosas del rosal deshojaba.
Entre todas miré la más hermosa,
pensando que tal vez la respetara,
y vi cómo también aquella rosa
por el viento fatal fue destrozada.
Una lágrima corrió por mi mejilla.
Un sollozo se quebró en mi garganta;
hay que ver cosas tristes en la vida,
que tan sólo mirarlas… ¡Espanta!
Amelia Suárez Oquendo
1996
- Autor: Amediana (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2022 a las 06:15
- Comentario del autor sobre el poema: Es uno de los poemas del POEMARIO que me publicó la Casa de la Mujer de Cumaná en 1996.\r\nPara que quede en la memoria de Poemas del Alma…\r\n\r\n
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes
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