Aguas encendidas
brillantes como un crisol
al fin llego
el fuego que consumió
hasta el último aliento
de mi dolor.
Vuelven a hervir las aguas
atacadas por el sol,
se integran con devoción
y sol y agua uno son,
absorbidas con amor.
La historia se repitió,
y en mil pedazos se partió
la emoción del corazón,
jugando con la ilusión
las llamas fortuitas
se apagaron esta vez por desunión.
- Autor: Maribel del Ser (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2022 a las 09:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel
Comentarios1
Las penas y desencuentros son tormentos o desvelos. pero como el mar, el amor es inmenso y nos vuelve a encontrar
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