El marinero
apura su remada
ante la barra.
Es algo lógico,
el puerto está a su alcance,
ya falta poco.
En él esperan
la casa, su familia
y los amigos.
La poca pesca,
que a pulso ha conseguido,
está en su cesta.
Cestas de mimbre,
con piezas de madera
para llevarlas.
¡Cuántos recuerdos
dejaron esas cestas
desde mi infancia!
...Ya llega al puerto,
sus últimas remadas
son más tranquilas.
Atrás quedaron
un día de faena
y horas de pesca.
Ahora le resta
el cambio, en la taberna,
por vino y perras.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/06/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2022 a las 06:39
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Comentarios1
Rafael gusto leerte tus bellas letras saludo abrazo fraternal cuidece y su familia bendiciones desde Ecuador
Gracias por tus palabras Mauro.
Un abrazo desde España.
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