Mueves las alas
y yo, mientras, te miro
desde la acera.
Hoy vas preciosa,
con tu vestido blanco,
mi mariposa.
Sueño contigo
y pienso en las mañanas
de primavera.
Tú despertabas
mis ojos soñolientos
con alegría.
Una sonrisa
traías a mis labios
desde tus alas.
Me la prestabas
con gracia y con ternura
por unas horas.
Luego, en la tarde,
volvías a mi lado
a despedirte.
Y te llevabas
la felpa de tus alas
llena de estrellas.
Y con mis sueños
volabas a los cielos
hasta otro día.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/06/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2022 a las 06:55
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Esther Alba, Mauro Enrique Lopez Z., Martha patricia B, Texi
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