Conmigo cuatro testigos
de mi frustración sin medida,
cuatro hijos del mismo padre
que ahora afilan sus cuchillas,
cuatro pares de desgraciados
que, siendo honesto, hoy me envidian
pero saben lo que traigo
y es delicia
que merece la pena
en esta vida probar...
Mis amigos siderales,
ya es bastante, ¿no?
Mis amigos miserables
y lo demás ya sobra...
Yo te conozco de algo
pero no recuerdo ahora
inmerso como estoy en tu aroma.
Concédeme un deseo,
uno tan sólo
antes de que se acabe esta música
que es mi trastorno
a estas horas sin código para los dos
almas sin norte que somos...
Aquí vino a morirse un suspiro
de tus labios, preciosa,
como un pétalo rojo,
cándidamente caído
con su cuerpo entero en reposo
en mi palma temprano
cuando arrecian los soles...
- Autor: Haz Ámbar ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2022 a las 00:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
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