Me abrí paso entre las plegarias y las bestias de la infantería mortal
Soporté calvarios gallo verdes
Y patrulleras bateas de amoníaco.
Caminé las desiertas autopistas del sol
Y de los lagos los azules del veneno...
Para de tus ojos el lucero
Mi desencadenante infierno
El palacio hermoso del hielo que adorna el frío viento
La mixtificación incalculable de nuestro amor y de la luna...
Entre máscaras y abismales espectros te perdiste...
Que la gloria del filme surrealista sea mañana
Cariño
El mañana ya no podrá ser...
Mi congoja se retuerce en el azul del rayo y los sombríos pinos
Los divinos platillos cortan limpio mi cristal que yacía roto desde siempre ya,
Y yo le bailo al rayo y al martirio
Escribo la sonata ártica de mis desalegrías
Mi balada nupcial
Y me sirvo a rebosar el apocalíptico cáliz de sangre.
Hoy me muero...
Hoy me tomo a pecho éste nepente.
Al terminal,
Sea éste mi destino.
Hoy firmo mi sentencia inevitable con la presurosa muerte.
- Autor: Alex Void ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2022 a las 18:37
- Comentario del autor sobre el poema: Lo escribí en una noche loca de vino conmigo mismo. Sólo y aburrido me puse a tomar vino con el álbum de la descripción y los audífonos. En la brillantez suprema e infinita del delirio-vino nació éste escrito, junto con un deseo intenso y la locura de morir ahí mismo esa noche (cosa que no pasó) Pues ahora estoy aquí escribiendo ésta descripción en la publicación de éste poema. Espero que les guste y gracias por leer.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
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