"Desde el primer beso supe que era mía,
Y desde el primer momento creó en mí alegría,
Si Dios existe fue el que la puso en mi camino,
Gracias al cielo por éste amor tan divino
Su abrazo me dio una calidez tan hermosa,
En sus ojos la luna refleja su luz primorosa,
Cuando tomo su mano el tiempo se detiene,
Es el poder del cariño, del amor que ella tiene
Al despetar ella está siempre presente,
En mi corazón, en mi alma, en mi mente,
Bienaventurado mi corazón por su amor incondicional,
De un afecto tan puro, perverso, único e irracional
¡Oh, bien amada, cuánto es que te quiero!,
Que por ti es que respiro, vivo y no muero,
Porque tu amor es vida y en ese rol yo juego,
Un amor que alimenta mi alma y no mi ego."
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