Un amor se pierde en el silencio de un pétreo corazón,
mientras a lo lejos el alma se asoma iluminando un vergel,
salpicando con lágrimas la semilla de la esperanza y el amor,
que en tus ojos y en tu sonrisa alguna vez buscaron consuelo.
He querido reflejarme en ti y mis labios desgarrar en su ser,
para así no dar paso a la locura insondable que aqueja mi espíritu
y perturba mi esencia, retumbando cada día en mi mente,
la vil atracción de dar curso al imperdonable suicidio.
Debería marcharme, rendido, bajo la tormentosa noche
que cubre mi destino, con un tranco cansino de triste plegaria
o acelerar el andar hacia la sublime y tan temida muerte,
fin inevitable en esta vivencia de paupérrimo sentir
Llegar al sacrilegio del templo que contiene mi alma,
seria tan misera escena como aquel actuar desenfrenado
que tu traición obnubilante ha posado en mí,
hiriendo cada célula de este cuerpo por ti forjado.
Pero la cobardía de aquel final esperado al termino de mi andar
me ha dejado implorando tan solo el perdón a tu proceder,
recordando ese sentimiento que alguna vez ha sido tuyo,
como esta veneración a ti, como esta ilusión de volver a tus brazos.
- Autor: jorgecito ( Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2022 a las 15:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Francisco Gutiérrez, Melissa 94
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