La sombra de este árbol….me cobija.

Carlos Ojeda

La sombra de este árbol…. me cobija.

Erase la tarde de un día cualquiera, el calor agobiante señalaba, la sombra de aquel árbol para ser considerada. Su belleza, dejaba ver un matiz, de ese verde aceituna, que encontré en tus ojos
y que son mi locura.
Repare en lo grande y frondoso, cuanto tiempo pasó,
ya no se acordará,
que algún día ya muy lejano, también fue semilla.
Que su fortaleza radica,
no solo en la abundancia de agua, sino en su capacidad
de ir a buscarla.
Así es, cuántas raíces habrá echado….que tan profundas y fuertes, han de ser. Cuántas rocas en su camino, a cuántas las enfrentó con éxito, a cuántas evitó y las envolvió, usándolas como base para crecer y darles intención en su búsqueda, para poder sobrevivir.
No podría ser un día, como cualquier otro, aquí hay algo más.
Se dejó el espacio, para que se depositen, esos pequeños recuerdos, que como brasas encendidas que fueron, apuestan a incendiar de nuevo el bosque.
Uno tras otro, se dejan caer y dicen presente, afloran sensaciones que un día fueron un yerro candente en nuestro sentir.
Te veo, bella como siempre procurando saborear no solo el café, pero si los recuerdos. Acomodas tus labios y sorbo a sorbo, el café ha perdido su gusto, ahora es, solo….la ventana abierta a un pasado que construimos a base de amor, comprensión y una que otra mentira. Ahí nos refugiamos y más de una vez nos enfrentamos a nuestros errores y desaciertos que nos empujan a estar frente al implacable juez de nuestra conciencia. Eso es  aterrador, pues se ha oído hablar de lo duro que es, cuando emite un fallo.
Pero ahora, quien dejará oír una buena palabra, un buen gesto que ayude a inclinar la balanza a mí favor. 
Que cuántas veces fuimos esas raíces, que ávidas de amor, nos lanzamos en la búsqueda de un mañana, de un despertar, venciendo obstáculos y en nuestro derrotero, partimos más 
de una piedra.
Sabrás mi cariño, que uno nunca acaba de llegar, uno nunca se saciará de vivir el día a día….vendremos por más.
En cada despertar, veremos que pronto, el camino se acabará y nuestro equipaje ya se siente y pesa….oh Dios, cuanta vanidad!
Empezaremos a mirar atrás en búsqueda de un retazo de lo que fuimos y así tejer la leyenda.
Pero ya eso no importa, ya no hará diferencia alguna, ya no hay tiempo.
Ahora, la sombra de este árbol me cobija, me da paz y tranquilidad, me ayuda a descansar, a reflexionar.
Sumando mis aciertos y buenas intenciones….creo que les voy a quedar debiendo.
                                Cariño mío….

D.R.A.
Carlos H Ojeda Behr.

  • Autor: Carlos H. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de julio de 2022 a las 17:59
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 21
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.