La carta de Dorothy

Te preguntarás porqué he cambiado… Sabes, las personas siempre se preguntan porqué los demás cambian y ni siquiera se dan cuenta qué hicieron ellos que hizo que la otra persona  cambiara. No digo esto por ti y lo sabes, a fin de cuentas eres la única persona que realmente me conoció pero estoy tan cansada.

Cambié porque me di cuenta que era muy inocente para ver cómo es realmente la sociedad, pero ya la veo. Caminar por las calles con la filosofía de que “el mundo debe aceptarte tal y cómo eres” considero que es una estupidez, no se puede andar por el mundo mostrando a todos quién eres porque no todos merecen conocer a un ser tan maravilloso.  Algunos sentirán molestia por no poseerte o por no lograr lo que desean contigo, otros malinterpretarán tu pureza. Y no imaginas los que pueden hacer esas personas al toparse con seres como nosotras.

Querida Anika, he cambiado porque me di cuenta que las cosas ya tienen otro significado. Una sonrisa ya no es ser simpático, un gesto amable es todo menos eso. Las personas te ven no como eres en realidad, sino como te pueden ver desde sus ojos y ahora hay ojos tan dañados, tan llenos de odio, de rencor, de perversidad, de malicia…

Amiga, cuídate de los ojos que te ven, muéstrate solo a quienes puedan apreciarte. Y que te miren quienes en realidad puedan verte.