Estaba yo, contemplando el horizonte,
bello, a la hora del ocaso,
y vi tu silueta dibujarse
entre los rayos del sol,
y tu carita arrebolada
al notar los ojos, que curiosos te miraban
Al verte, sentí el estremecimiento propio
de aquel, sorprendido en el pecado,
al acercarte, sentí mis venas dilatarse,
aceleró sus latidos,
mi pobre corazón, enternecido
y pensé, no lo puedo negar, estoy enamorado
¡te quiero!, te quiero, como cuando
me enamoré por vez primera,
sin pensar las consecuencias
ni que es un disparate,
porque no soy libre de amar
soy un hombre casado y feliz.
El aguijón del amor, clavóse en mi pecho
y sólo puedo pensar en ti.
sin importarme si me amas o no.
Sé que tendré que amarte en silencio,
verte y adorarte, como a una santa en el altar.
de noche, acariciarte y besarte sólo en sueños.
de día, buscar consuelo, en recordarte,
- Autor: abuelitocrispin (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2022 a las 17:54
- Comentario del autor sobre el poema: Recuerdos de una experiencia inesperada
- Categoría: Amor
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
El aguijón del amor, clavóse en mi pecho
y sólo puedo pensar en ti.
sin importarme si me amas o no.
Sé que tendré que amarte en silencio,
verte y adorarte, como a una santa en el altar.
de noche, acariciarte y besarte sólo en sueños.
de día, buscar consuelo, en recordarte,
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El aguijón del amor siempre esta presente y nos inyecta su veneno para amar aunque sea en secreto, y llevarnos a recordar esos amores ocultos. placer pasar a leer,
Abrazos y saludos poeta
Gracia mi querida amiga Un abrazo fraterno
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