En Entredicho.-

Raiza N. Jiménez E.



Si tu Dios me diera la eternidad de tu presencia,

no sé qué haría para que perdurara la vida mía.

Es muy triste tener que confrontar tu ausencia

y vivir sin tenerte, que era lo que lo más temía.

*-*

Desde el calvario que me he impuesto voy orando.

Pido al Señor de mis plegarias, me dé a mí fortaleza.

Sufro tanto amándote que, sin duda, voy pecando.

Y para pensar claro, no tengo muy bien esta cabeza.

*-*

Sí la vida me ha dotado de una preclara inteligencia,

me pregunto, noche y día, qué hago  para olvidarte.

Hasta hoy he labrado contigo el amor y la indulgencia.

Que no se atrevan a decir que yo a ti no supe amarte.

*-*

Todo en esta vida tiene un comienzo y un claro final.

El Creador, lo ha dispuesto y conviven vida y muerte.

¡Ah! el acto de amar o de odiar, puede ser también fatal.

Nadie ose decir que, amarse, es sólo asunto de suerte.

  • Autor: Rainajim (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de julio de 2022 a las 10:20
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 21
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