Endecha

Jorge-Fontanero

Deseos de escribir, …,

(Diálogo con un amigo de papel)

…, sí, como siempre, cuando los músculos se han distendidos, la hora del descanso los arrulla, y

las historias silenciosas, inician su tal vez merecido reposo,

Los seres vivientes se aprestan a absorber la energía para el nuevo día que muy pronto ha de llegar,

abrigándose en los brazos de Morfeo.

Entonces es cuando a veces, Yo,

tal vez un amigo de la noche,

compañero de las sombras,

amante de las titilantes estrellas

y enamorado de la luna,

me da por jugar al “escritor”

y sueño, que mis líneas,

se transformarán en estrofas,

que han de adornar poesías,

las que mil ninfas han de leerlas,

para que, (en mi fantasía), se enamoren de mi …,

(Bueno sé que se inicia mi “delirium tremens” (a pesar de que mis labios no han probado ni tan solo una gota del elixir celestial de aquellos Reyes, bueno digamos el blanco del alcohol), … ya pronto ha de pasar, …)

,,,. No sé ¿por qué?, no sé ¿cómo?, pero buscando en mi pequeño arcón de cosas bellas, (una muy pequeña y humilde biblioteca,), observé que un amarillo, y vencido librillo, se asomaba como queriendo marcharse del estante de cedro sobre el cual lo había Yo albergado.

Me sorprendió y tan solo atiné a preguntarle: ¿por qué te quieres marchar?, amigo mío, si tú eres junto a quienes te acompañan el verdadero tesoro material de mi existencia, …,

Con los ojos vidriosos por el llanto tan solo atinó a responderme;

es que tú me tienes abandonado “amigo”,

es que tú, me dijo, te has olvidado de acariciarme como a un niño,

es que tú te has olvidado de abrigarme

         del frío acerado del invierno,

es que tú te has olvidado de secar mis

         lágrimas de otoño,

sencillamente, cuando llegó la primavera, deseé sentir la cálida caricia de las yemas de tus dedos, necesité que tus ojos me observaran con cariño, …,

y lamentablemente, dejaste que el tiempo transcurriera, escondiéndome en el verano sobre oropeles y maderos, tan solo acompañado por la soledad de los estantes, tumbas sin silencios ni sonidos, para quienes no somos atendidos, …

         ¿Qué responder?, …, si todo eso era verdad, más aún mi mente envejecida no podía recordar cual había sido el último día o primer día que sus poesías habían sido el nutriente caliente que alimentara a mi mente y acariciaran las cicatrices de mi corazón, viejo soldado de la vida, 

    Entonces recordé al leer la página inicial: “Poesía,, poesía africana de hoy”, y sin querer me detuve en: Endecha

 

 

ENDECHA

(…” Canción triste y melancólica que se entonaba, como un lamento, en ocasiones de duelo por la muerte de alguien o por calamidades o desgracias ocurridas. Por medio de una figura oriental, Ezequiel describe la desolación de Egipto a manos de los caldeos (Ez. 32:11, 16)” …

Composición métrica de cuatro versos de seis o siete sílabas, generalmente asonantados.)

 

Y recordé que muchas de estas poesías habían sido escritas por prisioneros de regímenes autoritarios, militares y civiles, en donde no sé cuántos seres llegaron a sufrir y perder sus vidas en la oscura y triste noche de las selvas africanas, territorio, en donde la vorágine y desmedida negación de algunos habitantes habían llegado a la bajeza más profunda, al tratar de dominar con la prisión a un sin número de Mándelas de esos ¿lejanos? tiempos, …

Por tal razón, transcribo algunas partes de una poesía de RABEMANANJARA, Jacques, poeta y dramaturgo, nacido en Madagascar en 1913,…,

 

Endecha

¡Azul, tan azul ese ojo del cielo

tras el cristal!

Entre mis pestañas la vida en flor,

Entre mis párpados el añil entero,

¡Azul, tan azul ese ojo del cielo

tras el cristal!

 

¡Tristes, tan tristes estos cuatro muros!

La muerte impregna tierra y piedra

Con un sudor de ultra planeta…

¡Frescas, tan frescas esas voces de niños

en el alma cercada!

 

 

¡Pero quien oirá, clara inocencia,

tu canto demasiado puro,

tu voz demasiado dulce,

en el estruendo de la noche!

 

¡La fuerza ciega del abismo

saca de su látigo

el agrio es de la agonía!

La tierna piel del dolor

sangra bajo el duro beso de la cuerda.

 

Mueren las estrellas sin un suspiro.

¡Qué mano levantada al horizonte

alcanzará a los labios de los héroes

la ofrenda roja de la aurora!

 

Jamás derramé sangre.

Jamás sembré la muerte.

Mis dedos son claros como una primavera.

Mi corazón es nuevo como una hostia.

 

¡Pero quien oirá, casto Guerrero,

tu voz demasiado pura.

tu canto demasiado dulce

en el graznido de las tinieblas!

 

Azul, tan azul ese ojo del cielo,

tras las rejas.

¡Frescas, tan frescas esas voces de niños

en el prado.

 

Entre mis pestañas la vida en flor.

Entre mis párpados el azul entero,

la inocencia entre los pliegues del alma…

 

Prisión civil

Tananativa, 12 de junio de 1947

Jorge Fontanero 21-06-2009

  • Autor: Jorge Fontanero (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de julio de 2022 a las 20:15
  • Comentario del autor sobre el poema: La crueldad con la que eran tratados los prisioneros.... "un pedazo de cielo azul" , visión única que ese prisionero podía observar a través de un cuadrado en el techo de su celda.... y los sonidos del jugar de los niños, …(mi corazón y mi alma seguirán llorando en el sepulcro invisible de esos seres.)
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 18
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