Domingo

Las aureolas de ambas lunas
inquietas y vivas sobre los senos
exigen ruegan gimen por la boca
que besa lame oprime apura el
incipiente fuego que entre los muslos
se hace hoguera

Con la cadencia de las caderas
a aquel que asoma en el regazo
del jadeante amante
Lo vas llevando erguido y fuerte
a tus entrañas
Allí ceñido entre los labios lo vas
venciendo con tu derrota

Tu cuerpo ávido
al mar le entregas
lluvia tormenta oleaje
Mi sexo afanoso
proa quilla mástil
Su muelle ofrece
cuando el placer gozado
busque descanso

Tus labios rosa sobre mi boca
hembra lúdica a la lengua reta
a ser oleaje martillo y caricia

Amada de amor salvaje
déjame darte reposo en mi pecho
Apretados desnudos sintiendo tu
cuerpo sudoroso aun palpitando
aun regresando de las sombras
donde nos acechan nuestros gozos
#PoetaUrbano