Anoche mojé con mi cálido semen
las sábanas de la cama que cobija
el dulce sueño que tuve, donde suben
los ángeles a dar de comer miga
de pan a la mujer que exhalaba
por sus poros la candidez de la calidez
de un sexo morboso tocado con calma
por dedo que sabía bien donde estaba
el placer que escondía la vulva acidez
de un coño preparado para la trama
de unos compases que arribaban gusto
a la bella dama que suspiraba
de gana con cada vaivén al busto
por saberse complacida. Rogaba
al cielo una verga de buen porte
ya que todas las que había catado
de pena el chocho se había quedado,
todos los orgasmos fingidos eran en parte
ya que con el dildo sabía darse
la satisfacción que polla ajena
le había negado otorgarse.
Todo esto lo soñé y con ello mi berenjena
se corrió de goce plena,
más yo a dos velas me quedé
pues de nada me enteré.
Pensando durante el día en la chica
quise darme cuenta que la conocía,
pero no caía quien era a ciencia fija
aunque su cara de algo reconocía.
Seguí a lo mío durante la jornada
y fue durante la tarde ya tomada
que caí en la cara de la joven onanista.
Era mi profesora de tercero, la señorita
Alicia ni más ni menos se me presentó
abierta de piernas metiéndose el índice,
alimentada de placer con la cabeza alentó
un orgasmo con relajado ictus que dice
que bien me lo he pasado.
- Autor: polonius (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2010 a las 15:28
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 235
Comentarios3
Bello en su... extrañesa??
Rocio
extraño en su belleza eh??
Jajajajaja, bueno, bello al fin, ¿no?
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.