Tiembla la mano,
con miedo y con recelo
por las esquinas.
Pide limosna,
un poco de las sobras
de los pudientes.
Los ojos, tristes,
contemplan al que pasa,
indiferentes.
Tiemblan los labios
que piden y suplican,
un simple beso.
Y es que el vacío
responde a tus llamadas
dejando un eco.
Nadie contesta
y nadie se conmueve,
por tus suspiros.
Tiemblan las almas
perdidas, de los hombres,
en su camino.
Sendas muy largas,
repletas de guijarros
y socavones.
Solo el silencio
responde a tu llamada
desde la nada.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2022 a las 06:25
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Joselin Guzman, Texi, Tommy Duque
Comentarios1
Rafael gusto leerte tus bellas letras saludo abrazo fraternal cuidece y su familia bendiciones desde Ecuador
Gracias por tus palabras Mauro.
Un abrazo desde España.
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