No siempre fui charco de lluvia
esparcida sobre los adobes
de barro descarnado
ni luz oscilante entre los cañizos
ocres de las palmas desplegadas
del voladizo.
A veces fui la gélida sombra del tejado
y me deslicé por la boca azul
del caño de plomo en el que arrastraba,
entre mis cejas abiertas,
tu espacio.
- Autor: Fátima Aranda ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2022 a las 11:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
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