La bicicleta
descansa, silenciosa,
en el desván.
Fiel compañera,
amiga y confidente
de juventud.
Con ella fui
a bailes y verbenas
en romerías.
Yo le contaba
mis sueños y alegrías
en un susurro.
Pedal arriba,
(esfuerzo continuado),
pedal abajo.
Algún pinchazo,
también una caída,
sin consecuencias.
Entre nosotros
guardamos el secreto
de estos pecados.
Hoy te contemplo
y guardas telarañas
de mil recuerdos.
"No te entristezcas,
me dices, bostezando,
la vida sigue".
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2022 a las 06:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: JUAN ROMERO SOTELO
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