La luz se filtra, un sobresalto
se cierne sobre el lecho,
claridad crepuscular ambarina
muestra su cuerpo desnudo
En mi retina permanece
el reflejo de su rubio cabello,
alborotado sobre sus senos,
entrelazado en su axila
Dorado reflejo en sus vertebras,
retuerce la sabana, y medio cubre
su comba cadera rosada suave
en la armonía de su pierna ladeada
La suave respiración dilata
su cintura plegada en graciosa
y rítmica dilatación intermitente,
en sus pliegues de mermelada
Su piel tenue, brillaba irisaciones,
sabe a nieve derretida en miel,
de capricho hiriente y vacilante
que estruja y perturba mi tacto
Más abajo, la ruptura involuntaria
de esa carne tersa y deseada,
del glúteo en reposo tántrico ,
paraliza mi metafísica especulativa
Ralentiza mi respiración… ¿no será un sueño?
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