Las caricias de tu piel, el infame deseo de poseerte, resultan ser la droga más excitante que llena mi alma de maravillosas vibraciones.
Creando recuerdos, guardando en el baúl de la existencia todo aquello que estremece mi ser.
Cada mañana con el posar del sol en mi ventana, llega con el tu escencia, tu olor, tus caricias. Despiertas en mí, pasiones, sensaciones, una lujuria torrencial, un deseo inexplicable de existir, unas ansias insaciable de aventura. Tu piel es la mejor seda, tus ojos las entradas a la verdad, una verdad serena.
Este deseo de ser acariciada, de ser poseída por tus pensamientos más perversos resulta fascinante, el lograr esa interacción , ese sentir , ese estallido de emociones exitantes, es el mejor arte hecho entre sábanas, sábanas que aguardan en silencio el momento del siguiente encuentro.
N.C.V.P
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