Aviso que he vuelto después de muchos años ausente.
Como destellos fugaces entre brumas,
filtrando la criba del follaje de pinos.
Tocando la nieve derretida,
oteando el viento frío
de una mañana de febrero.
Bajando por la autopista,
y trayendo consigo evocaciones
de una canción cuyo nombre y letra
no recuerdo más allá
de unos cuantos compases
y unas frases vagas.
Así
furtivo tu recuerdo se presenta
como esas luces de estrobo
que destellan arrojando siluetas
plateadas luego negrunas,
tres o cuatro veces por segundo
visible al ojo en una secuencia entrecortada
estática y cinética.
Grabado en la virtual película
de la memoria, del pasado remoto.
Archivado en alguna
escondida gaveta del cerebro.
No estás presente tú,
es tu recuerdo sólo,
fantasmal, etéreo, que se atisba
en el viento de otoño.
Si no te dice nada este poema,
no me importa, para mí lo dice todo.
Y basta.
- Autor: Carlos Cabonaro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2010 a las 16:33
- Comentario del autor sobre el poema: Los fantasmas de amores muertos, se asoman de cuando en cuando al corazón de los poetas. Este es el caso.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 162
- Usuarios favoritos de este poema: Valeria
Comentarios3
estática y cinética.
Grabado en la virtual película
de la memoria, del pasado remoto.
Archivado en alguna
escondida gaveta del cerebro.
No estás presente tú,
es tu recuerdo sólo,
fantasmal, etéreo, que se atisba
en el viento de otoño.
Si no te dice nada este poema,
no me importa, para mí lo dice todo.
Y basta.
ESTE POEMA DICE Y TRASLUCE MAS QUE TODO.TE FELICITO .STELLA
Con sincera humildad, agradezco tu comentario.
Shalom
Pues me parecio buenas las frases de la canción, muy diferente
su creacion en el poema, me agradó.
un saludo cordial
Graciela Dantes Muchas gracias por leerme, gracias por tu comentario.
Es un usted todo un poeta, un grande entre las letras.
El fantasma del amor no solo se hace presente entre los poetas también los que no lo somos. Un placer leerle
Saludos
Valeria, agradezco ampliamente tu comentario, y más que envanecerme por la bondad de tus palabras, las recibo con humildad sincera, como el más bello regalo -inmerecido- que he recibido hasta hoy por lo que escribo. Y sin duda, ponderados elogios por la generosidad de tu alma sensible. Lo atesoro.
Shalom, hasta muy pronto. Y me disculpo a la vez, por mi tardanza en corresponder a tus elogios, pero hacía muchos meses que no me asomaba a esta ventana.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.