ESCAPAR
Recurrir a un sollozo de cristal
mientras la voz del perfume modifica tu deseo más ausente,
inmoviliza el fuego,
que gime por la figura que esculpió tu mirada
en el eco absorto de un febril arrepentimiento.
Fueron estelas sumisas de silencio
grabadas inocentemente una a una
sobre los trémulos instantes
que faltaron a tu cita con tu propio renacer.
No comprendías
que la huella geométrica de un corazón invertido, pudiera servir
para reclamar la voz infrecuente de las estatuas de agua.
No comprendías
que los ojos ciegos de la añoranza,
se hubieran clavado tan fijamente
sobre los indignados sueños que, una y otra vez,
arrancaban de las apariencias su penúltimo engaño.
No cabía ni una oración más, ni siquiera una súplica más
en el vacío al que renuncian las hojas, cuando inconscientes
declaman sus poemas de rocío y piedra a los hados más insistentes.
Escuché el canto indistinguible de los girasoles
que en mi denuedo, y bajo una lluvia extremadamente dulce,
mecían en sus labios mis recuerdos, totalmente despreocupados
Eso sí, hacían olvidar la extrema seriedad
que en su semblante acostumbra a mostrar la tierra,
el ahogamiento sin par del agua
el insoportable repudio de la evolución
el incendio incontrolado en el alma trastocada del fuego
y la inmensa desconfianza,
vertida en el oasis más árido de la infrecuencia y de la pasividad
Me convencí de que ese era el momento justo de escapar,
sin decir nada, y solo
como lo había hecho siempre.
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Autor:
Pedro Purroy (
Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2022 a las 06:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
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