Rosario

Carlos Gustavo Gerez

Los rayos del sol se hacen presente
 y se reflejan sobre las aguas del Río dulce
 que parecía dormido.
Los árboles peinan sus gajos con la brisa suave y frías del sur. 
El trinar de los pájaros, que hasta a mi llegan alegran mis pasos que buscan la lejanía, Enhebrando sueños que habitan en mi, 
voy abrazado al deseo de volverte a ver mi querido Rosario. 
Ilucionado, le regale a mis oxidadas piernas 
un trote suave, corto y dolorosos a la vez. 
Y en ese instante, en un rinconcito de mi alma, volví a sonreír, volvía a ser FELIZ. 
A veces, sólo camino mirando el horizonte, 
Otras, me imagino estar a la vera de río Paraná buscando esos paisajes que quiero alcanzar. 

G.G

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