ET IN ARCADIA EGO
Sin voz quedo mi corazón,
que en vano, en altos latidos, ha gritado tu nombre;
llamando a tu corazón pensando en un solo pronombre,
porque «mío» es tu corazón.
Irrumpiendo en el viento, como un rugido
que disminuye en un eco sublime
rogando por un beso de amor eterno,
que no hiera, ni lastime.
Mudo quedo mi corazón al romperse su fibras,
como se rompen las cuerdas vocales,
cual cuerdas de guitarra fuesen,
en un puntilleo excesivo,
al clamar a tu corazón por tu amor,
mas este no lo ha oído.
Se nego a escuchar del mío la razón,
de mis ensordecedores latidos,
quizá por distracción o quizás no le ha apetecido,
dignarse a escuchar el fervor de sus sonidos,
que en cada contracción o dilatación,
mi corazón haya por el tuyo emitido.
Sordo corazón que en tu pecho late,
pretendiendo ignorar el hermoso sonido de mi latido,
que por mas que pretenda simular la falta de un sentido;
yo sé que mi latir intensamente ha percibido,
atesorandolo como oro de Veinticuatro kilates.
Mi corazón aunque mudo,
grita al tuyo que lo ama con desmesurada pasión, pues te ansía
aunque el tuyo sordo oyese, ignorando la cacofonía,
que aun si la mar se saliese, mi corazón tu escudo sería ;
porque el sonar de ambos latidos, es amor en perfecta sintonía.
Dos corazones, uno mudo y otro sordo,
pero ambos ciegos de amor,
amandosé en cada latido con o sin sonido.
Sempiterno Amor,
Perenne sentimiento,
Infinito en etéreo silencio.
- Autor: Pluma de Fuego ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2022 a las 10:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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