Solo pienso

Que puedo decir, si siento que cualquier palabra dicha no sustenta lo que siento... ¿Y es que acaso en verdad siento algo? Si no es que acaso no soy nada más que una persona existiendo a suerte del tiempo. Porque hubo un tiempo en el que sentía una grandiosa paz, después otro en el que sentí una irreversible tristeza, sentí agonía y después que estaba inmersa en una pusilánime pudrición hecha huesos. Toda esa revolución ha concluido, y yo pensé... Pensé que después de eso sentiría que todo por lo que luche tendría sentido. Un sin sentido infinito fue lo que después vino. Una montaña de arena sin rumbo fijo, el aire la levanta y mis ojos empaña. Tengo todo y no siento nada. Soy como las marionetas. Alguien tiene que moverme, alguien tiene que decirme que hacer y que decir. Yo he perdido el rumbo de mi intelecto. El timón de mi vida lo he subastado y después de haber sentido que valía realmente algo, se lo he dado a quien sea, para don quien sea lo maneje. Ni siquiera se quien soy viéndome fijamente al espejo. Ni siquiera se lo que quiero... Antes yo sabía que era lo que quería ser, antes yo me vía en un lugar, ahora lo que veo es una sombra lúgubre que confisca mis más grandes esperanzas. Ahora ya ni siquiera tiemblo de miedo. Yo quería saber y el saber me ha dejado un vacío inmenso.