Una impecable mañana.
Soleado, con un rocío inerte.
Se esfuma rápidamente.
Como croar de rana.
Hay que duro hablar para que la serenidad despierte.
Convierte. Tranquilidad, me da olerte.
¡Oh, cálido desayuno!
Como el de mi madre, ninguno.
Este mismo más me hace quererte.
Un ósculo llena de alegría mi corazón.
Claro, tiene que ser de mi progenitora.
Me alegra, con total razón.
Cada uno, mi corazón lo atesora.
- Autor: Donovann Leiva. ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2022 a las 17:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi
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