Pasa un destello veloz en mi mirada,
Es el reloj quien me mira indiferente,
Me dice: "oye, que aún no ha pasado nada"
Y luego veo una gran pared enfrente.
Recuerdo cuando el hyperion era un retoño,
Y que creció en un parpadeo de mi ser,
Pero sin saberlo el invierno se hizo otoño,
Y no hice nada, porque no lo pude ver.
¿Cómo decirle a la vida "No te vayas"?
¿Cómo decirle a mi cuerpo que no crezca?
Si en mi mente hay una voz que no se calla
Y la luna "es" aunque en el cielo amanezca.
Y aquí estoy, hoy, firme, después de todo,
Sigo de pie pero no por mucho tiempo.
En el reloj de arena hay mucho lodo
Y un último grano es deshecho en sentimiento
- Autor: Luz lunar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2022 a las 01:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, WandaAngel, Rafael Huertes Lacalle
Comentarios3
El tiempo sigue su curso y no se detiene y aunque el reloj nos muestre sus pasos, nuestros sentidos no lo captan.
Encantado de leerte.
Saludos cordiales.
Mientras: Respires, observes, reflexiones y actúes aferrado a tu humanidad, hay esperanzas para tu Ser y Estar. Eres esa dualidad de eterna y pasajera solemnidad que, requiere de tu voluntad, para estar acá y mirar más allá. Si te sientes "El Hyperion" nunca te resignes a no serlo. Saludos.
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