Quiérela en la noche
en el día, y al atardecer,
cuando la nostalgia se apodera de ella,
y necesita tus besos erizandole la piel,
hay momentos en los que se siente pequeña
ante tu sapiencia y gallardía,
abandonándose a tus manos y caricias
que la hacen vibrar
para morir, y revivir después,
de tanto sentimiento acumulado en el pecho,
que para ella no hay un amor más grande
¡Que el que tú le des!
Es niña, es frágil, es nieve o fuego,
es solo eso, MUJER...
La que a tu lado camina para juntos envejecer,
amor en silencio amor que no se debe saber
pues según las lenguas viperinas
tienes demasiados años y ella, solo veintitrés,
es un jardín de rosas frescas
tú un junco esbelto, erguido de pie,
arraigado fuertemente a la vida
para vivirla juntos sin perecer,
hay riachuelos que se juntan con el mar
fusionando sus aguas,
y van navegando unidas,
por toda una eternidad...
Elena ©
- Autor: Elenas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2022 a las 08:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., WandaAngel
Comentarios1
Que buen consejo le das , tu preocupación no hace a la diferenciación, El amor no reconoce edades, sino más bien bondades.
Me gustó leer tus versos.
Un beso cariñoso.
Pues es eso lo que pienso yo mi amigo, muchas gracias...
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