No me quejara yo de larga ausencia, si, como todos dicen, fuera muerte; mas pues la siento, y es dolor tan fuerte, quejarme puedo sin pedir licencia. (Lope De Vega)
En pleno campo de guerra, un civil se hizo presente, agitó sus manos para captar la atención de los soldados al mando de ambos batallones. Y cuando tuvo la atención necesaria comenzó a desnudarse despacio,como para dejar ver que no tenía consigo ningún artefacto explosivo ni nada parecido.
Los soldados de ambos bandos estaban atónitos,no creían lo que veían, se decían que aquél hombre estaba totalmente sin juicio. El hombre ya desnudo hizo señas tanto a un bando como a otro para que se acercaran.
Un soldado de cada bando se fue acercando despacio, apuntando al desconocido, a la vez que apuntaban a su contrincante , temían, como era obvio, cualquier movimiento del desconocido hombre. Y cada soldado pensaba que era un señuelo del otro,una trampa.
El hombre desnudo con lágrimas en sus ojos comenzó a hablarles a los dos soldados:
¡Díganme hermanos! ¿ Qué provecho sacarán de esta carnicería? He visto a mis dos pequeños ser violados y matados en frente de mí. Mi esposa fue balaceada por la espalda mientras escapábamos, desearía haber estado en su puesto y no ser más un triste testigo de la presente masacre.
¡Díganme!¿Qué les pasa por la mente cuando ven a esos niños huir llorando, separados de sus madres,con padres asesinados? Pues ésos niños podrían ser los hijos tuyos, o tuyos también, le decía al otro. Todo esto lo expresaba bañado en lágrimas, sollozando... Ése hombre se estaba jugando su última carta.
Me he quitado frente a ustedes mis ropas,las he pisoteado y apartado de mí,como muestra clara que no vengo armado más que con una palabra de paz, que sé que será infructuosa mas ya no tengo esperanza, ella se fue al ver a mis hijos asesinados y luego a mi esposa. Ahora no tengo nada que perder. Mi vida sin ellos y con tales recuerdos funestos sería un martirio eterno.
Los soldados escuchaban en silencio y cabizbajos las palabras de aquél hombre sin esperanza.
_¡Piensen!_ los hombres que los envían para matarse están ahora tomando Whisky, agitando su vaso con hielo, sentados, charlando, riéndose reclinados en la silla de sus despachos .
¿Por qué nos cuesta tanto vivir como hermanos?
¿Acaso no podrías tú poner la mesa, él las sillas, otro el mantel, aquél el pan y yo el vino?
¡Nunca entenderé hermanos, la ambición! ¿De qué me sirve tener todo si luego no tengo amigos con quien compartir, porque todo se los he robado, saqueado etc?
¡Contestenme! ¡Contestenme! Les gritaba mientras los sujetaba y tiraba de los chalecos de ambos.
Al ver esta escena a lo lejos, un francotirador haciendo uso de su fusil Dragunov le atravesó la cabeza,en un disparo seco que bañó en sangre a los dos soldados.
Estos,sorprendidos por el impacto giraron sus rostros para todos lados e hicieron señas para que cesara el fuego.
Los soldados, con ayuda de cada uno de sus hombres cavaron una tumba en ese mismo punto para aquél valiente y desconocido hombre sin esperanza.
El fuego cesó aquella tarde en un pacto entre ambos bandos.
Su epitafio rezaba lo siguiente: Aquí yace un hombre desconocido,que desnudo, se vistió de las palabras de Paz para hacer cesar el fuego por una tarde .
Moraleja: si un hombre pudo hacer cesar el fuego por una tarde... ¿Quiere decirse entonces ,que 7.900 millones pueden hacer la Paz eterna?
W.M®
- Autor: Fénix (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2022 a las 01:31
- Comentario del autor sobre el poema: Si hay faltas de ortografía háganmelo saber, y si hay falta de mensaje,más todavía... Saludos para amigos y lectores.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Diago, Mauro Enrique Lopez Z., Aliscrist ✨, alicia perez hernandez, Una voz
Comentarios1
Me ha pparecido un relato profundo y bien narrado, desde el punto de vista artistico lo valoro porque tocas la imaginacion y como reflexion espectacular. Saludos cordiales
Muchas gracias Una Voz por tu presencia y comentario de agrado.
Un fuerte abrazo.
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