Entre sus manos
cae el agua de sus dedos finos
al llegar a la orilla.
Su cuerpo se figura como una escultura
y no teme ni un solo segundo
en desvanecer mi pensamiento
al poseerla lentamente con la mente.
Sus pies repletos de arena
dejan huellas de pasión latina
y el coral de fondo y prominente
grita su nombre, como gritando una nueva bienvenida
hacia el extremo de nuestros dos planetas Tierra.
Comentarios1
Excelente escrito.
Saludos cordiales.
Devuelvo ese saludo querido poeta, desde ya agradezco su tiempo y sus palabras, lo saludo con mucho cariño!!!
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