Cual perro rabioso,
a la mas tenue brisa
muerden sin cesar.
Sangre y dolor,
su cólera encarno,
pero nunca hubo,
valentía ni sudor.
Al diluvio culpan,
por el granizo que los golpeo.
Rabia afila garras
y colmillos envenenados,
que resguardan un ave,
putrefacta por el odio,
ya no vuela, o quizás nunca voló.
Leonardo León - 12/Febrero/2021
Derechos reservados de autor.
- Autor: Leonardo León (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de septiembre de 2022 a las 00:21
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
El odio y el rencor nos dejan sin alma, y es nuestra alma la que nos permite volar.
Éso es lo que me hizo pensar, aunque quizá no sea lo que tú querías expresar.
Namaste !
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